Empieza el mes de la
auténtica vorágine en el mundo taurino. Dicen que quien no torea en el mes de
agosto es porque ya está fuera del círculo que maneja el cotarro, y más bien puede ir dedicándose a otra cosa que
no sea torear porque quien no torea en agosto ya ni es torero ni ná.
Finalizadas las ferias de Huelva y Santander y adjudicados
los premios de las mismas, sale como indiscutible vencedor Morante de la
Puebla.
Empezamos el mes de agosto y las principales ferias han
venido marcadas por diversos mano a mano de las figuras. Así hemos tenido mano
a mano en Huelva y El Puerto de Santa María.
A esta moda de verano creo que le queda poco tiempo de vida
pues los duelos en los que debían de
haberse batido las figuras, se han teñido de amiguismo y compañerismo, y ni una
gota de rivalidad se ha mezclado en este cocktail “descafeinado”sin una gota de
alcohol.
Me gustaría recordar esas míticas rivalidades entre las figuras de antaño, tales como
Joselito y Belmonte, Ordóñez y Dominguín o Puerta y Camino; todos ellos
compañeros en la vida real, pero a la hora de vestirse de toreros no se
“casaban” con nadie, y eran auténticos gallos de pelea. Entonces los que
llenaban un poco más eran, cada uno en sus tiempos, El Cordobés, Espartaco o
Paco Ojeda, y los demás hacían verdaderos duelos para atraer a más gente a la
plaza.
Eso eran otros tiempos en los que en la misma puerta de
cuadrillas antes de hacer el paseíllo, se mascaba en el ambiente esa tensa
rivalidad en la que únicamente se deseaban suerte el uno al otro aunque fuera “con
la boca chica”. Nada de abrazos, besos y amiguismo como estamos acostumbrados a
ver ahora en los patios de cuadrillas.
Realmente se tomaban mucho más en serio esos compromisos en los
que tenían que demostrar quién era el mejor y en el que tenía que haber un
claro ganador o al menos un empate entre los dos alternantes.
En el tiempo de ahora nada de esto ocurre. Si hay alguno
que saca la cabeza y sobresale del resto y molesta, dicen “échelo usted pallá”
y antes si había alguien que despuntara decían las figuras “échemelo usted pacá
que me quiero medir con él”.
De esta forma no están haciendo ningún favor a la Fiesta pues esto no es un mano a mano como yo lo entiendo de a ver quién puede
más y a ver quién es mejor, sino que es como un festival en el que uno va a
torear de forma relajada pues no hay nada que demostrar.
Me imagino que todo esto
es un invento de apoderados cómplices de empresarios, buscando una nueva
fórmula de éxito empresarial, pues retar a dos figuras no debía acabar en
resultado en tablas como quien dice, se supone que lo que debe de buscarse es
el éxito del espectáculo y que la gente se divierta en la plaza con el
enfrentamiento entre toreros, aunque solo sea por orgullo torero.
Me gustaría que esos retos
fueran reales y quizás habría que buscar otra fórmula con toros de diversas
ganaderías como Fuente Ymbro, La Quinta o cualquier otra ganadería de otros
encastes que den alguna garantía de buen juego y diversión, y no con corridas
“monoencaste Domecq” que es lo que torean día sí, día no, y el del medio
también, y en las que en lugar de tener presencia de corrida de toros parecen
más bien novilladas de tres al cuarto… “de puro cachondeo”. La gente desde luego
no está para que les tomen el pelo.
Vergonzosa ha sido la
presentación de las corridas lidiadas en Huelva y según cuentan también en El
Puerto, que no lo sé porque no la ví, y desde luego, estos diestros podrán
pasar a la historia por otra serie de gestos o gestas, pero no por hacer
realidad esa rivalidad entre ellos.
Quizás nos “quieran vender esa moto”, pero yo desde luego no pienso comprar ni
una sola pieza más.
En el ojo del Huracán, una verdad que mata, y una rivalidad que no es tal. Los Gallos de pelea ya no son los que eran. Se han quedado en pollitos de colores de los que venden en el mercado y de mayores dan vueltas en los puestos de feria. Enhorabuena Conchita
ResponderEliminarGracias, creo que es un tema de máxima actualidad que no podía dejar de escribir sobre él.
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