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lunes, 28 de abril de 2014

CULPABLE O INOCENTE




Después de la miurada del pasado Domingo de Resurrección, ayer se realizó de nuevo un paseíllo en la Maestranza.
En el cartel se anunciaban novillos de los hermanos García Jiménez, o lo que es lo mismo, los hermanos Matilla.
En él se veían anunciados tres chavales que venían con la ilusión intacta de triunfar, cosa que no llegó.
En primer lugar , el madrileño Gonzalo Caballero que no es la primera vez que hace el paseíllo  en esta plaza, y que tras un parón profesional, salió a la Maestranza a llevarse por delante lo que hiciera falta.
La novillada de Matilla fue floja y falta de raza, casta y un montón de cosas que hacen falta para el triunfo.
A Caballero le tocó lidiar un mal lote con el que no tuvo ni sombra de posibilidad. Caballero tiró de poder y se la jugó a cara o cruz ante un novillo que de haber podido se lo habría llevado por delante. En un momento tuvo hasta la opción, y no ocurrió por la falta de fuerza de éste. Sorprendió al entrar a matar sin muleta como hiciera en su tiempo Antonio José Galán, y sorprendió a todos por esa habilidad, por la que se le pidió una oreja no concedida como premio a su firmeza y valor. Dió la única vuelta al ruedo.
En segundo lugar actuó Lama de Góngora, el torero mimado entre algodones de la empresa Pagés. De nuevo dejó detalles de su torería, pero volvió a dejar patente su falta de resolución que eso es lo que le hace falta en el fondo para triunfar: terminar de resolver la papeleta. De todas formas desde que saliera sin caballos por la Puerta del Príncipe ha sido mimado por las empresas, contando con apoderamiento de torero desde el primer día, y sabiendo que antes o después tomará la alternativa en Sevilla, y así esto no tiene tanta presión.
En último lugar el joven camero José Ruiz, sobrino nieto del Farón de Camas, ahí es ná. Chica responsabilidad tenía sabiendo que la gente lo estaba esperando. Tuvo algunos detalles importantes pero no acabó de cuajar. Moreno de piel y con una media sonrisa que recordaba al joven Romero, lució el toreo con unos avíos muy pequeños. Ni recuerdo haber visto nunca un capote tan chico. En el tendido Curro Romero, que seguro pasó tanto o más miedo que cuando él se ponía delante. Y es que Sevilla pesa mucho y Curro también tuvo su responsabilidad. José estuvo correcto, pero tampoco tuvo opciones, aparte de faltarle aún rodaje y preparación. Pero eso es algo que aún se puede solucionar. Lo que no tendría solución es que lo lancen al estrellato antes de estar verdaderamente preparado, así que despacito y buena letra, porque las cosas de palacio van despacio.
Bastante gente hubo en los tendidos maestrantes para ver a los dos sevillanos. Si esa entrada fuera el abono, con los carteles que hay en feria, será de bolonazo seguro
El público maestrante sigue siendo santo, y no critica nada. Menos mal que ayer la culpa la tuvo Matilla...pobre Toño!!!

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