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miércoles, 18 de septiembre de 2013

COSAS DEL DESTINO









En primer lugar hay que destacar que el mes de septiembre tiene al sanatorio de toreros en “overbooking total” pues han sido muchísimas las cogidas acaecidas en los primeros días del mes, que es la antesala del otoño. Hay una que sobre todo me preocupa, quizás sea la más corta en puntos de sutura, quizás no sea la de mayor trayectoria física, pero sí es una que llega al límite que separa la fina línea entre la vida y la muerte. Ya bien es sabido por quienes vivimos pendientes de las noticias taurinas que los telediarios no se prodigan en mantenernos informados sobre ellas, siendo las más prodigadas la cogida de algún torero o subalterno o algo que tenga que ver con la vida social de los toreros. Es verdad que la cadena que más informaba últimamente sobre cualquier noticia taurina es la cadena privada de Telecinco. En los últimos tiempos la mayor parte de esas noticias han venido encabezadas por el diestro de Galapagar que se encuentra este año en el dique seco debido a un porrazo de esos que te paran de un frenazo y contra el que el maestro José Tomás no ha dejado de luchar y al que tampoco ha podido vencer, y dar  así su temporada casi por inédita cuando ni tan siquiera comenzó.
Me duele enormemente que los medios de comunicación hayan dado tan poca importancia a la cogida que sufrió el diestro Manuel Escribano en un pueblo de la provincia de Ávila y de la que cuenta el propio torero que ha sido el accidente más duro que ha tenido, por ver que sentía que se iba. Realmente yo supe la misma tarde-noche de la cogida de Manuel, pues nos une amistad desde hace muchos años y tuve contacto con su círculo más cercano. Pensaba incluso, conociendo la forma de ser alegre y vitalista de Manuel, que quizás no fuera consciente de la gravedad de ese porrazo contra las tablas que le provocó la rotura de la ílíaca, por la que tuvo una hemorragia interna que casi lo deja sin riego sanguíneo, y por la que casi podía haber perdido la vida. Días más tarde, y tras la rueda de prensa que ha dado el diestro de Gerena al llegar a Sevilla veo que ya ha encajado el golpe y que ya es consciente de que esto ha sido peor que una cornada que le abra el muslo en canal. Hace ya muchos días que publiqué una foto en twitter en la que se podían ver las abdominales trabajadas del diestro y de las que hoy, sólo queda la “tableta” atravesada por una abertura en canal de su cuerpo como si de un cochino se tratara, pero hay que pensar que ha sido para poder salvar su vida. Mérito el de los médicos que se dieron cuenta del alcance del porrazo y lo trasladaron a ese hospital de Móstoles del que Manuel nunca olvidará su nombre. Desde aquí le mando todo mi ánimo para que se restablezca lo antes posible, pero sobre todo bien, que es lo importante ahora, ya que los contratos te van a esperar porque ya has demostrado que quieres salir del banco en el que llevabas tanto tiempo sentado, y porque no hay mal que cien años dure. Pero sigo diciendo que lo que me preocupa es la escasa o nula sensibilidad de los medios hacia lo que pudo acabar en tragedia sin dar la más mínima importancia.
En segundo lugar y como se preveía no podía dejar de hablaros esta semana del idílico encuentro que la historia del toreo tenía previsto entre  José María Manzanares y el toro “Furtivo”, herrado con el número 18 de la ganadería de Domingo Hernández.
Hace justo 4 años se empezó a escribir el destino de Furtivo, que era encontrarse con el torero alicantino en el Coso romano de Nimes. Este toro nació y creció en la dehesa salmantina, la misma que acoge al diestro cada invierno para preparar junto a su cuadrilla su temporada. Cuando saltó el toro al ruedo, las miradas de toro y torero se cruzaron y quedaron hechizados para siempre mediante el toreo de capote más sutil y despacioso que se podía imaginar. Fue una auténtica caricia de la capa al aire que envolvía al burel, pues ni tan siquiera el torero quería rozarlo con ese halo de magia que rodeaba el momento. De pronto el torero echó las rodillas en tierra y le recetó hasta tres largas cambiadas de rodillas con mucha prestancia, y le ofreció su pecho como regalo de bienvenida con el mayor temple que se pueda imaginar. Ya intuía el maestro la que se avecinaba pues su comportamiento era extraordinario. Todo lo que se le hizo al toro a continuación fue hecho con la mayor inteligencia y a la vez con el mayor mimo para no estropear esa genial embestida. Hubo perfección en las dos puyas de Chocolate, en la ternura de la capa de Trujillo y embistiendo por derecho en los pares que clavó Curro Javier, y hasta tuvo la elegancia y el detalle de compartir las dulces embestidas con Morenito de Nimes. Toda la borrachera de toreo caro fue pura poesía; el toro y el torero congeniaron tanto que realizaron la más bella obra de arte de esta temporada que seguro vendrá a subir la moral de un torero, que quizás vió marcada su temporada por la encerrona de Sevilla que quizás le pesó demasiado, pero que consiguió subir a pulso hasta el lugar más alto de la tauromaquia aquella tarde mágica en Nimes.
Me siento afortunada por ser manzanarista y doy gracias también porque el destino quiso que toro ( "Furtivo" ) y torero ( Manzanares )se fusionaran el pasado 14 de septiembre en Nimes, igual que el destino ligó para siempre los nombres de Manzanares y "Arrojado" en la Maestranza en la primavera de 2011.

Todas estas cosas que os cuento hoy son cosas del destino, Escribano fue devuelto a la vida, y Manzanares fue devuelto al Reino de los Elegidos que hacen el arte del toreo.

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