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jueves, 30 de enero de 2014

EL MURO DE LAS LAMENTACIONES




Semana difícil esta para mí, con un día especialmente complicado hoy, pero intentaré reponerme y plantarme  delante del toro, como siempre, a cuerpo descubierto ante la puerta de toriles.
La semana pasada ya comenté que esperaba con ansiedad el comunicado de el Juli.
La esperaba jugosa y valiente; con raza, como es él. Dicen que se torea como se es, y el Juli lo demuestra cada tarde en la plaza.
El motivo del comunicado del G-5 a los maestrantes es algo, que parece ser que viene de lejos. El enfrentamiento entre empresa Pagés y toreros es algo que se ha ido fraguando con el paso de los años.
Leyendo el comunicado, no queda más remedio que darse cuenta del trato recibido por parte de la empresa  gestora de la que es, a día de hoy, la Joya de la Corona de la Tauromaquia.
Estoy segura de que todos los toreros están deseosos de verse anunciados en sus carteles.
Es muy triste pensar si realmente las figuras han sido tratadas de forma vejatoria, cómo ha debido de ser el calvario sufrido por otros toreros a los que no se les da ni la mínima oportunidad.
Hace años que se fue el Faraón y dejó el trono vacío a pesar de la existencia de Morante, que es un gran torero pero aún no es el mito de Romero. Por todos es sabido que don Diodoro contaba  con él para varias tardes en el abono, pasara lo que pasara, y a pesar de sus benditas "espantás" y sus sonoras broncas.
Sevilla busca un torero, y de momento, los inquilinos impiden que nadie saque más que los pelos del flequillo a la vista.
Lo normal en cualquier plaza, ya sea capital o de provincia, es que se le de oportunidad a los toreros locales. Pues en Sevilla no. Ya sabemos el dicho favorito de Eduardo Canorea cuando se le pregunta por algún torero que se quede fuera de los carteles: "la plaza no se va a mover de donde está". Estaría bueno...
Hay que dar oportunidad a los toreros de aquí. Se me vienen a la cabeza al menos media docena de nombres a los cuales tienen relegados al banquillo.
Su orgullo y dignidad deben de estar tiradas por el suelo. Su obligación es levantarse cada mañana a entrenar para estar preparados el día que los pongan...si los ponen...
Quiero destacar el gesto de compañerismo de el Juli hacia sus compañeros, defendiendo a todos y cada uno de ellos, y diciendo , que no toreará aquí mientras sigan tratando con la punta del pie a quienes se juegan la vida cada tarde, sea o no de una dinastía torera; sin nombre ni apellidos, pero con honor, dignidad y respeto.
La Unión de abonados ha pedido a la empresa que le den la alternativa al sevillano Javier Jiménez, pero parece ser que tendrá que tomarla por lo menos entre Espartinas y Senegal.
Creo que es hora de alzar la voz en nombre del aficionado de a pie, que es el que suele salir perdiendo.
Mientras tanto, yo voy a seguir esperando el comunicado de la aristocracia maestrante, que parece no haberse enterado aún de que esta película también va con ellos y sus obras de caridad. Cuando echen cuentas, se llevarán las manos a la cabeza, y luego vendrán las lamentaciones sobre los muros de la Maestranza, mientras se preguntan qué habrán hecho mal. Pues bien que os hemos avisado!! Y mientras en Málaga ya se frotan las manos...

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